Add parallel Print Page Options

22 Y Manoa dijo a su mujer: «Ciertamente moriremos, porque hemos visto a Dios(A)». 23 Pero su mujer le contestó: «Si el Señor hubiera deseado matarnos, no habría aceptado el holocausto ni la ofrenda de cereal de nuestras manos; tampoco nos habría mostrado todas estas cosas, ni nos habría permitido ahora oír cosas como estas(B)».

24 Y la mujer dio a luz un hijo y le puso por nombre Sansón. El niño creció y el Señor lo bendijo(C).

Read full chapter